- Las dimensiones y el formato. Como la mayoría de los encargos tienen como destino las viviendas u oratorios de la burguesía, los cuadros son pequeños, adaptados a las dimensiones de los muros. Este hecho determina además la importancia que adquiere el formato políptico, generalmente dípticos o trípticos, que se cierra sobre sí mismo para mayor economía de espacio. Las obras están pintadas sobre tablas de nogal o roble de la mejor calidad.
Robert Campin, 1438. Museo del Prado.
Tablas laterales de un tríptico al que le falta la tabla central.
Tabla 1ª (izquierda) San Juan Bautista y el maestro franciscano Enrique de Werl.
Tabla 2ª (derecha) Santa Bárbara leyendo. 101 cm x 47 cm .
2.- El óleo y las veladuras. Su gran aportación a la historia de la pintura fue el perfeccionamiento de la pintura al óleo, es decir, el utilizar el aceite de linaza como aglutinante para los colores, lo que permitió una mayor riqueza cromática y detallismo en la ejecución. La razón técnica es que al usar el aceite el secado de los pigmentos podía acelerarse (mezclado con disolvente o aguarrás) o ralentizarse varios días (uso puro), lo que permitía al pintor rectificar sus errores o modificar la obra si lo deseaba. La mezcla con abundante esencia de trementina, vulgarmente conocido como aguarrás, permitía además dar capas de pintura muy tenues (veladuras) que secan rápido, donde los colores podían superponerse o trasparentarse sin notar la transición con lo que los matices cromáticos podían ser infinitos. El óleo dotaba también de colores más vivos y brillantes, que no se apagaban con el paso del tiempo. Todos estos motivos hicieron que esta técnica se impusiera sobre el temple y que siga siendo seguida hoy en día.
3.- Pinceles muy finos y lupas para conseguir detalles extremos.
Con las veladuras se podía conseguir las sombras, los volúmenes y la variación de la luz en el aire.
Características artísticas.
1.- El resultado más inmediato de la utilización del óleo y de la técnica del miniado de libros es el realismo minucioso en todos los aspectos, tanto en las figuras como en lo accesorio. El artista quiere demostrar su maestría para recrear la realidad y superar retos difíciles de pintar hasta entonces.
- Detallismo hasta límites insospechados. El artista flamenco pone mil detalles en cada cuadro que nos deleitan y sorprenden a poco que observemos con detenimiento y cercanía: el cabello delineado pelo a pelo, libros donde se puede leer en sus páginas, poros de la piel, árboles lejanos donde las hojas pueden contarse...
- Deseo de obtener calidades visuales o táctiles que den la apariencia de realismo extremo: brillos de los metales, sensación de líquidos a través de las trasparencias de una jarra, la luz pasando por cristales traslúcidos, la calidad táctil de distintas telas, el veteado de las maderas...
Los postigos de la ventana o los muebles se pueden reconstruir hoy en día puesto que sabemos hasta el tipo de madera con el que estaban hechos gracias a la recreación tan realista. La jarra y la patena tienen un brillo metálico refulgente. Podría leerse en las hojas de ese libro de oraciones...
2.- Otra consecuencia de la utilización del óleo es que estos pintores son capaces de crear sensaciones de volumen en los cuerpos al graduar excepcionalmente la luz sobre los objetos por medio de las veladuras.
3.- Con esta técnica también realizan una correcta representación de la atmósfera, del aire que existe en un espacio interior o en un paisaje. Se dan cuenta que los objetos de la realidad pierden sus contornos y su color objetivo si no hay una buena iluminación o los contemplamos en la lejanía y así los pintarán. Años después Leonardo Da Vinci llamará perspectiva aérea a esta forma de crear profundidad. No son capaces, sin embargo de representar una perspectiva científica o geométrica correcta. Intuyen que las líneas paralelas convergen en un punto, pero no encajan matemáticamente las figuras en ese entramado, lo que hace que sus ámbitos y sus personajes no estén proporcionados. Su perspectiva es realizada desde un punto alto, pero intuitivamente.
La profundidad se obtiene de diversas maneras: con una perspectiva lineal intuitiva, con la perspectiva aérea que difumina con sus sombras el espacio y con el espejo que devuelve el espacio frontal (este mismo recurso lo utilizará Van Eyck en el retrato del Matrimonio Arnolfini).
4.- Utilizan modelos humanos estereotipados para los personajes religiosos como la Virgen o Cristo, sin embargo hay muchos personajes que son retratos de la realidad. En ningún caso se busca la belleza ideal clásica, es más hay una tendencia a marcar exageradamente los rasgos de los rostros, lo que derivará en algunos pintores hacia un canon caricaturizado.
Características temáticas.
1.- Los temas son casi siempre religiosos con escenas y personajes muy humanos como corresponde a la etapa gótica. Son Vírgenes con niño, historias de los Santos y de la infancia de Jesús y, por supuesto, la pasión, la muerte y la resurrección de Cristo.
2.- La imagen de devoción enmascara otros géneros que se desarrollarán independientemente en este mismo siglo o a partir del XVI.
- En los grandes cuadros apreciamos la importancia del retrato a través de los donantes (los que encargan la obra) que aparecen como personajes orantes o participando de la escena como personajes secundarios. El retrato es síntoma de una época donde el individuo se valora por sí mismo, de ahí que sus rasgos físicos sean son tan personales, con sus arrugas, defectos y caracteres morales. Todos los pintores practicaron este género exento. Los personajes aparecían con fondos neutros y de medio cuerpo, incluyendo las manos donde portan habitualmente algún objeto identificativo.
- El paisaje natural, rural y urbano alcanza a menudo un gusto exquisito y muy realista. Si la escena se realiza en un interior habrá una ventana, una puerta o un balcón a través del cual escaparnos al exterior. Los paisajes unas veces reflejan escenarios veraces de Flandes (ciudades, campos parcelados y pueblecitos) y otras veces son recreaciones expresivas del artista.
El paisaje asoma por una ventana abierta donde se ve la construcción de la torre en la que será martirizada Santa Bárbara.
- El género del bodegón también está presente en todas las obras dado la minuciosidad y calidad con el que están tratados los objetos en cada obra.
- El costumbrismo también se vislumbra en aquellos cuadros en los que reflejan las limpias y confortables viviendas del Flandes del siglo XV, los talleres artesanos y sus gentes moviéndose por las ciudades.
- Todas las obras tienen multitud de mensajes simbólicos, que ahora no es fácil descubrir y que dan lugar a numerosas y equívocas interpretaciones.
Un ambiente confortable de una vivienda burguesa. La mujer lee al lado de la chimenea. Se rodea de objetos de la vida cotidiana representados con excepcional calidad. Cada objeto encierra un significado simbólico: el fuego es el signo de la purificación de los males; el aguamanil sugiere la limpieza de espíritu de la Santa; el paño en la mano que sostiene el libro de oraciones la humildad; la azucena azul que hay en un jarrón la pureza y la esperanza en la resurrección...
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